Entradas populares

jueves, 17 de agosto de 2017

PRACTICAS DE DIRECCIÓN PARA EMPODERAR ACTIVISTAS Y ASEGURAR RESULTADOS EN 2.019



PUNTOS 3, 4 ,5 Y 6 DE LAS GUIAS PARA DESARROLLAR UNA DIRECCION CONSCIENTE DE LAS REDES PARTIDARIAS





Nada puede asegurar mejor los resultados políticos y la satisfacción de los miembros del partido que una organización liderada/entrenada como indicábamos en la entrada “De inscritos, afiliados, militantes, activistas…..”, al servicio de la tarea primordial de un partido de conquistar y ejercer poder institucional, no perdiendo/ganando votantes, donantes y voluntarios. Estas prácticas, que contiene este texto,  contribuyen a afianzar, tanto los resultados como la satisfacción mencionados.

Desglose de objetivos de resultados por unidades y activistas

Cuando los objetivos de resultados se desglosan y se siguen  por unidades y activistas, sin esperar a los resultados finales y globales, aumenta considerablemente la probabilidad de obtenerlos.
Los resultados, en cada instancia donde se dilucida el poder institucional, pueden desglosarse por municipios, barrios, secciones electorales y por cada activista que asuma el cultivo de un conjunto de votantes actuales y potenciales.[1]
Entre los niveles del liderazgo de la organización, un diálogo basado en el intercambio de compromisos de resultados a obtener y de apoyos a recibir, actúa como práctica para mantener la atención y la tensión sobre los resultados, evitando la distracción en tareas que no contribuyen a los mismos. Los apoyos que cada nivel debe ser capaz de prestar, pueden consistir en la ayuda personal, o de un entrenador, recursos económicos, o en recursos que puede generar el grupo compartiendo sus experiencias.

Un lenguaje de valores para entenderse bien en la política[2]

El predominio del lenguaje técnico-administrativo de las instituciones en la vida política viene dificultando la comunicación en todas las direcciones.
Un lenguaje de valores, una “narrativa pública” puede irse elaborando, a partir de anécdotas de los votantes, recogidas  por los activistas en encuentros individuales y de grupo con ellos. “Dando sentido” a este material, en sesiones de trabajo con líderes de opinión, se pueden ir generando una visión precisa de los valores de los votantes, generando soportes de reflexión y debate, como “El Barrio que Vivimos” y en contraste con ello “El Barrio que queremos”, al modo de un plan estratégico de desarrollo de los intereses de cada barrio.

Proyectos estratégicos desde abajo[3]
En la medida que el diálogo narrativo  va permitiendo concretar los valores/intereses de los votantes, los activistas de barrio están en condiciones de ir despejando incertidumbres y conflictos en las metas y conseguir colaboración ciudadana o de las instituciones para determinar la manera mejor de conseguirlas.  Esto puede dar lugar a unos grupos de proyecto estratégico, donde se vayan generando la política de abajo arriba, y encontrar adecuaciones locales de lo que viene de arriba abajo.
Todos los activistas y militantes voluntarios deberían participar en uno o varios de estos grupos, como manera de empoderar su participación en la elaboración de la política. 

Un trabajo colectivo para empoderar y organizar
Los trabajos colectivos – asambleas, ejecutivas, grupos de trabajo, conferencias –serán productivos en la medida que sirvan para comprender la realidad sobre la que actúan y para evaluar y mejorar las prácticas que producen resultados.
Una parte relevante de este trabajo colectivo, será útil que se dedique a diálogos sobre valores/prácticas  en que se analicen las prácticas reales con respecto a los valores que deberían materializar y los resultados que deberían esperarse de ellas. A este respecto, todas las convocatorias de trabajo colectivo deberían dedicar una parte a estos diálogos y a extraer de ellos propuestas de mejora a realizar a través de los entrenamientos.
El seguimiento regular de los objetivos de resultados de cada participante, de las unidades de las que forma parte y del global, sería otra parte obligatoria en los órdenes del día de las respectivas reuniones.
Los grupos de trabajo que se formen en cada unidad de barrio o sección electoral, así como los que traten de proyectos estratégicos en sus avances, podrán alimentar con provecho estos órdenes del día.

Armonización entre barrios

Una vez que se van logrando propuestas y proyectos políticos desde los votantes en los barrios, cuando un municipio contenga más de un barrio, para que la política de abajo arriba progrese, se hace necesario “inventar” reglas y sistemas que armonicen a nivel municipal los intereses de los diferentes barrios, que pueden ser contradictorios o excluyentes.
Simultáneamente, los proyectos que tienen que ver con sistemas generales del municipio, pueden tener diferentes repercusiones en los diferentes barrios, que habrá que considerar y ponderar.
Ahora, estas decisiones se toman a impulsos de las presiones ciudadanas, políticas y burocráticas por procedimientos no transparentes. Un avance sería analizar las experiencias y diseñar reglas de decisión y sistemas de información, que sean acordados previamente por las partes afectadas. Cada municipio debería encontrar la mejor manera de hacer esto, con un criterio de acuerdo de consenso o mayoritario.
Cabe decir que las experiencias municipales, serían un precedente muy práctico a la hora de plantearse el mismo problema de armonización entre municipios en el interior de comarcas o comunidades. Estos pasos, si se dan, van haciendo realidad viable y tangible una política de abajo arriba, como contrapunto de la política de arriba abajo.





[1] En este blog pueden consultarse varias entradas sobre GUIAS para el  trabajo político en barrios, secciones electorales
[2] Puede verse en este mismo blog la entrada UN EJEMPLO DE APLICACIÓN DE METODOS NARRATIVOS A UNA POLITICA DE ABAJO ARRIBA, A PARTIR DE LOS BARRIOS DE UN MUNICIPIO.
[3] En el blog, las entradas DIRECCION ESTRATEGICA POR PROYECTOS y PROYECTOS ESTRATEGICOS,  complementan los aspectos técnicos de estas cuestiones. 











No hay comentarios:

Publicar un comentario