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domingo, 13 de agosto de 2017

FASES/ETAPAS DE LA VIDA DE UN PROYECTO ESTRATÉGICO (II)

Fase de Concepción Estratégica


En esta fase, se ha de lograr el acuerdo sobre el(los) problema(s) a resolver y la solución a proporcionar, asegurando la suficiente satisfacción de los intereses en presencia, como para considerar logrado el objeto del proyecto, y confirmando la existencia de recursos suficientes para ejecutarlo en tiempo y forma. Como consecuencia de ella ha de quedar claro el objeto a producir (qué /  para quién) y la satisfacción de los interesados, y diagnosticados inicialmente los problemas de puesta en práctica. Con respecto a estos últimos, en esta fase debe decidirse acerca de si la necesidad a satisfacer se hará por la vía de un servicio público o a través del mercado.

Siguiendo el diseño concreto que se habrá determinado en la etapa anterior, en esta fase se progresará en las etapas 3, 4 y 5 de la técnica de la planificación  basada en los intereses. En cada una de ellas se tendrán en cuenta los tres empujes más arriba indicados: aprendizaje compartido, acción diagnóstico y análisis formal. Efectiva­mente, en esta fase, es donde las metodologías derivadas de la lógica política son más relevantes.

La dirección del grupo debe contar con la capacidad de ir generando en los participantes el mínimo de aprendizaje compartido de la realidad que permita una buena identificación de las perspectivas individuales y la negociación y pacto sobre un mínimo común en base al que edificar el objeto del proyecto.

A este respecto presentamos a continuación tres métodos basados en las guías de acción que más arriba hemos apuntado como parte de los procesos políticos en un mundo ambiguo.

Aunque es fácil estar de acuerdo con la conveniencia de buscar y conocer bien las perspectivas individuales de los participantes, es, también con frecuencia, difícil llevarla a la práctica. Las perspectivas alternativas pueden oscurecer una situación ya compleja de antemano. La petición de opinión puede incrementar el interés de los participantes por la salida política. Las técnicas interactivas pueden incrementar la animosidad de intereses en conflicto. Los tres métodos que describimos a continuación se pueden utilizar para disminuir estos riesgos.

Escenarios recíprocos
Este método está concebido para estimular a un pequeño grupo de individuos a explicarse unos a otros los valores que son más importantes para ellos. Para ello, se propone y acepta por todos los participantes llevar a cabo una sesión en la que no tengan lugar ni ataques, ni negociaciones ni interacciones entre participantes con intereses potencialmente en conflicto. En esta sesión, se pide actuar a las tres o cuatro personas con puntos de vista aparentemente incompatibles y fuertemente defendidos. La sala de reunión cuenta con una pizarra o grandes hojas de papel para registrar las afirmaciones que se vayan haciendo de modo que puedan verlas todos los miembros del grupo.

El procedimiento a seguir consta de los siguientes pasos:
     Cada uno de los participantes describe por turno, 1) la salida ideal de política desde su perspectiva; 2) salidas disfuncionales que le dan mayor preocupación.
     Se genera entonces un posible curso de acción que mejor asegure las salidas deseadas y evite las salidas indeseadas, por cada uno para otro de los participantes. Esto se hace de modo que ninguno describa el escenario para alguien que previamente lo haya descrito para él.
     Cada participante indica qué aspectos le parecen mejores y cual peor, y cada participante que ha generado el escenario lo va modificando hasta conseguir que el afectado acuerde que se acomoda a sus intereses.
     En una última fase, el grupo en su conjunto identifica elementos comunes en las descripciones iniciales y en los escenarios corregidos. Esta base común puede convertirse en un punto de partida para generar alternativas de acción en otra sesión.
Este ejercicio intenta dar a los miembros del grupo experiencia en generar y considerar una gama de alternativas antes de entrar en el debate político. Comienza dando a cada individuo posibilidades positivas de que su situación individual va a ser considerada y este clima positivo se mantiene ejecutando con rapidez cada paso sin dar lugar a comentarios, argumentos o negociaciones. La intención es dar seguridad a cada participante de que sus intereses son "escuchados", generar una amplia gama de alternativas. La interacción entre la persona que diseña el escenario y la afectada por él, pretende proporcionar a ésta nuevas prioridades y dimensiones y estimular a aquella a ser sensible a los deseos del otro, al menos en el diseño.

Si se descubren elementos comunes en los escenarios ideales generados, se convierten en un núcleo obvio para generar política. La interacción puede también revelar las áreas de mayor desacuerdo, que pueden ser objeto de atención. Es importante que la dirección del grupo indique de antemano qué procedimientos se van a utilizar (incluyendo sus propias prerrogativas) para actuar sobre las áreas de acuerdo y desacuerdo puestas de manifiesto durante la interacción.

Muestreo de constituyentes
Este método pretende obtener el más diverso posible conjunto de perspectivas de las personas afectadas por una política y que no han sido elegidos como representantes de colectivos o conjuntos de colectivos grandes.

Entre diez o doce participantes pueden constituir cada iteración de este ejercicio que sigue la lógica general de un proceso de grupo nominal.

En la primera parte del ejercicio, cada participante escribe en un papel, individualmente y en silencio, los elementos que considera más importantes en una situación dada. A continuación, estas ideas se recogen en grandes hojas de papel colocadas en las paredes de la sala de reunión, con las mismas palabras del participantes, presentando por turno una idea cada persona. Una vez recogidas todas las ideas, cada persona interviene hablando a favor de la descripción que encuentra más descriptiva de la situación y contra la que siente que es la menos descriptiva. Después de dos o más rondas de estas discusiones, se votan  las ideas que se consideran describen mejor la naturaleza de la situación política.

La segunda parte comienza con la elección por parte de la dirección del grupo de uno o dos elementos que la mayoría de los participantes han considerado como básicos de la situación y la petición a los participantes que consideren en silencio posibles acciones para tratar con estos aspectos de la situación. Estas ideas se listan, discuten y votan siguiendo el mismo procedimiento seguido en la primera parte.

Finalmente, se pide a los participantes que consideren las posibles decisiones que se han identificado, y que estime la repercusión para ellos mismos y otros actores de la situación. Esta información se recoge en un cuestionario o siguiendo los procedimientos normales de grupo expuestos más arriba.

Los participantes en estos ejercicios deberían ser informados posteriormente de las decisiones que se han tomado sobre las cuestiones que han discutido. Este ejercicio aporta una perspectiva sobre puntos de preocupación  y de grupos de personas que pueden ser movilizados por decisiones políticas en consideración.


Contrastación secuencial de opciones
Este método pretende comprender la experiencia individual y los valores en términos de alternativas políticas específicas. El procedimiento que se sigue identifica alternativas de acción que son percibidas por varias partes interesadas como ventajosas, tolerables o indeseables.

Para ello, el equipo de analistas / asesores divide la cuestión política en áreas potenciales de acción. Para cada área se genera un conjunto exhaustivo de posibles alternativas de acción, descritas en términos de los pasos de implantación implicados y de los efectos esperados y / o el impacto en cada uno de los participantes. Se introducen variaciones sobre el horizonte temporal de los esfuerzos de implantación y la amplitud de los efectos.

Cada posible alternativa se describe a cada uno de los participantes en el grupo y se le pide considerarla singularmente por separado y votar su deseabilidad desde su punto de vista. Repetido este procedimiento con cada participante, genera un conjunto de elecciones que puede analizarse para producir un conjunto de alternativas de amplia aceptación, e indicar áreas de acuerdo y desacuerdo entre las partes relevantes.

Este ejercicio lleva a los participantes a expresar sus valores en términos de preferencias de acción más que argumentos abstractos. Las áreas de acuerdo y desacuerdo pueden especificarse de modo más preciso desagregando las alternativas en partes más pequeñas. Es aconsejable prever un medio para la comunicación entre los participantes en algunos momentos del proceso descrito, especialmente para acordar que las indicaciones de preferencia no son vinculantes, para intercambiar motivaciones por las que se aceptan o rechazan opciones que otros consideran obligatorias. Esta interacción, centrándose en las implicaciones de alternativas específicas de acción, facilita la emergencia de un sentido del propósito y la salida deseada más ampliamente compartida.

Estos métodos pretenden dar a cada participante un "tiempo igual" para establecer los aspectos importantes de una situación desde su propia perspectiva y para estimular que cada participante "escuche" esta información. Las interacciones están diseñadas para animar a cada participante a clarificar y priorizar sus intereses, minimizando lo que podría llevar al conflicto. En general, en estos métodos se debe tener cuidado en no prometer una respuesta específica a los deseos de los participan­tes, revelados en los ejercicios de recogida de información como los mencionados. Es ventajoso que en ellos, simultáneamente se recojan las perspectivas de los otros participantes, (frecuentemente incompatibles) y se subraye ante todos los implicados la diversidad conflictiva con la que deben enfrentarse los que elaboran la política. Finalmente, sea cual sea la técnica utilizada debe minimizar la implicación de los analistas en la definición de las maneras utilizadas en la recogida de datos. El valor de estas técnicas es proporcional a la libertad que otorga a cada participante para estructurar el tipo de información que presenta y el modo de proporcionarla.


Entre los métodos a utilizar por los analistas / asesores deberán estar los de diseño y concreción de modelos, la construcción de escenarios, el dominio de los diferentes medios de acción de un gobierno (no sólo directas) y de las formas de gestión de los servicios, la apreciación de impactos junto a las incertidumbres y riesgos y la estimación de costes y beneficios, así como diversos métodos de creatividad.


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Leer + en los ejemplos de este mismo blog, y en PROYECTOS ESTRATEGICOS: UNA INNOVACION POLÍTICA Y ADMINISTRATIVAMENTE ÚTIL, Cuaderno de Trabajo para Cargos Públicos y sus Asesores., n.6




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