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Los textos están extraídos del primer capítulo del libro que tiene el mismo título que esta entrada.
Como los políticos saben muy bien, pero los científicos sociales con frecuencia olvidan, la política pública está hecha de lenguaje. De forma oral o escrita, el argumento es central en todas las etapas de los procesos políticos. ... Esto está tan en el corazón de la política democrática, que la democracia ha sido llamada un sistema de gobierno por discusión.
Estos procesos empiezan en expresiones de preocupación general y acaban en decisiones concretas.... Cada una de las etapas y órganos de deliberación pública son independientes,, pero solo dentro de los límites y como una parte del proceso entero: "la cosa libre y soberana es el proceso global de discusión". Y esto enfatiza el extraordinario potencial de la persuasión y la centralidad de la discusión en dos direcciones para la democracia.
La argumentación es el proceso clave a través del cual los ciudadanos y los que hacen la política, llegan a juicios morales y elecciones de política. La discusión pública moviliza la experiencia, el conocimiento y el interés de mucha gente, al mismo tiempo que centra su atención en un rango limitado de cuestiones. Cada participante es animado a ajustar su visión de la realidad e incluso a cambiar sus valores, como resultado del proceso de persuasión recíproca. De este modo, la discusión puede producir resultados que están más allá de las capacidades de los métodos de elaborar la política autoritarios o tecnocráticos.
La institucionalización de la discusión
Sin embargo, este extraordinario potencial solo puede realizarse con la ayuda de reglas y procedimientos apropiados. La discusión no regulada termina en disputas inacabables e incluso en violencia. Un cuerpo deliberativo no organizado está abierto a variadas formas de disrupción, como el filibusterismo.
Para evitar o reducir estos peligros, la deliberación pública ha sido cuidadosamente institucionalizada en todas las democracias modernas. Hoy elaborados códigos de procedimientos parlamentarios, electorales, administrativos y judiciales son el fruto de centurias de experiencia enfrentando los problemas prácticos de la deliberación pública. El propósito general de estos procedimientos es asegurar que se oyen muchas opiniones sin comprometer la necesidad de llegar a una conclusión. Su importancia es tal, que la historia del gobierno democrático es, en un sentido real, la historia de los variados procedimientos concebidos para institucionalizar y regular la deliberación pública.
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Es verdad que nuestro régimen local democrático está lejos de contar con esas centurias de experiencia de otros países, pero no nos iría mal copiar la idea de institucionalizar a través de reglas y procedimientos, su organización y funcionamiento.
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Leer + en el libro de referencia, y en otras entradas de este mismo blog
SEMINARIOS: Aplicación Inteligente del Derecho para Políticos; Como leer y controlar los presupuestos locales; Los presupuestos publicos como instrumento de gobierno/dirección; Prácticas de Gobernanza Eficaz; Conversando para Coaligarse
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